Semáforo económico Yucatán: resultados y reflexiones
El pasado 12 de noviembre, la organización México ¿cómo vamos? dio a conocer su semáforo económico estatal, en el que mediante 9 indicadores da cuenta del desempeño que tiene cada entidad federativa en el contexto nacional; semaforizando el desempeño estatal de cada indicador con respecto a la evolución del promedio nacional, de tal suerte que si el promedio está por encima del desempeño nacional tiene un verde, si es similar un amarillo y rojo si esta por debajo.
Ahora bien, ¿Cómo vamos en Yucatán? De los nueve indicadores expuestos, cuatro están en verde, dos en amarillo y tres en rojo. El desempeño se puede catalogar como pobre si consideramos que de los indicadores a los que se les da mayor seguimiento en el desempeño económico, como es la generación del empleo y crecimiento económico, no supera la inercia nacional. El dato de empleo es contradictorio con la propaganda gubernamental, que subraya que este compromiso está cumplido; inclusive el spot publicitario enfatiza que lo ha certificado un notario público. Seguramente los empleos crecieron, pero no más que la inercia nacional.
Otros datos que nos mueven a la reflexión donde el desempeño es insatisfactorio es el que tiene que ver con la deuda gubernamental: Yucatán es uno de los 32 estados que tiene menor porcentaje de deuda con respecto a su PIB. Sin embargo fue en los últimos años que esta proporción se incrementó de manera acelerada y esta condición por lo que se ve no se logra revertir; que al combinarse con otro indicador en rojo, como es el porcentaje de empleos que depende del gobierno estatal se forma un cóctel peligroso de endeudamiento con gasto corriente que más temprano que tarde impactara en la inversión productiva, si no es que ya esta impactando

